Sayana, el primer anticonceptivo subcutáneo, este método anticonceptivo inyectable se utiliza por vía subcutánea y se administra cada 3 meses. Está compuesto de progestina (acetato de medroxiprogesterona).
- Algunos de sus beneficios es que tiene muy pocos efectos secundarios y su duración es de suma comodidad.
- Este dispositivo consta de una pequeña burbuja de plástico incorporada con una aguja corta la cual es administrada (se inyecta) bajo la piel exprimiendo la burbuja. No tiene que ser aplicado por un médico. Está hecho para que la mujer se lo aplique cada 13 semanas sin problema ni riesgo.
- En la primera inyección se administra la inyección durante los primeros cinco días del ciclo menstrual. Las dosis posteriores se deben de administrar cada 13 semanas. Hay que considerar que si es colocado después de la semana 14 es un riesgo ya que reducirá su eficacia.
Cuando la paciente anteriormente utilizo otro anticonceptivo como implante subdérmico, anticonceptivos orales o algún otro es importante que la primera aplicación del Sayana sea en los primeros 7 días después del retiro del método anticonceptivo anteriormente usado.
Sayana y Contraindicaciones, no deben de colocárselo mujeres con:
- Algún tipo de tumor ya sea sospecha o confirmado
- Un embarazo
- Enfermedad metabólica ósea
- Enfermedad cerebro vascular
- Alergia a cualquier componente de la formula
- Disfunción hepática grave
Antes de considerar el consumo de este anticonceptivo se deberá acudir de preferencia con un médico ya que en caso de tener algún otro problema o enfermedad se le puede prohibir.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) calcula que aproximadamente 222 millones de mujeres no utilizan ningún tipo de anticonceptivo pesar de que no desean procrear por el momento.
Para utilizar cualquier método anticonceptivo, en este caso en Sayana, se debe de tomar en cuenta una consulta con el médico para que te de la mejor opción según tus necesidades. Muchas veces depende tanto de tu plan de vida como algun problema o cuestión de salud.
Sayana en 2014 fue aceptada por la OMS